Muchas madres y muchos padres me preguntan si actúan de forma correcta, respetuosa en situaciones cotidianas con sus hijas/os.
Generalmente son momentos en los que están sometidos a una gran carga de estrés y nervios, derivado de sus trabajos y de situaciones externas a sus hijas/os, pero acaban pagándolos con ellos.
Para que puedas comprobar si a ti también te ocurre y si actúas de forma correcta, he preparado este test. Son diez preguntas y en cada una de las respuestas irás obteniendo una puntuación que deberás sumar para obtener un resultado final.
¡Coge papel y boli! 😉
Vamos a ello:
Llegas de hacer la compra, se te rompe la bolsa y varias cosas caen al suelo. Tu hija/o, al notar que has llegado, se acerca a ti y te dice que quiere jugar un rato contigo, ¿cómo actúas?
Respiro e intento calmarme antes de contestarle porque comprendo que la rabia que tengo en ese momento no la causa mi hija/o, sino la mala suerte de que se haya roto la bolsa. Le contesto respetuosamente y sin gritar. 4
Respiro antes de hablar e intento ver que él o ella no tiene la culpa de que se haya caído todo al suelo, pero acabo gritándole 3
Le grito y le digo que ahora no es momento 2
Le obligo a ayudarme a recoger 1
Tu hija/o te despierta a las 2 de la mañana porque no puede dormir y tú tienes que despertarte en tan solo unas horas para trabajar ¿cómo actúas?
Lo escucho activamente, empatizo y lo acompaño emocionalmente hasta que se sienta seguro para dormir de nuevo 4
Escucho qué le ocurre e intento empatizar, pero le obligo a dormir quiera, o no 3
Le obligo a irse de nuevo a la cama sin mediar palabra 2
Me despierto de mal humor y me enfado por despertarme 1
Tu hijo/a juega a la consola y tras un tiempo le propones parar de jugar inmediatamente, él se niega y se enfada, ¿qué harías?
Hablo con él y le explico por qué debe parar de jugar, pero sobre todo intento comprenderle sabiendo que dejarlo tendrá un impacto emocional que habrá que acompañar 4
Espero con calma a que finalmente deje de jugar 3
Me siento desafiada y le respondo mediante gritos e intentando imponerme 2
Apago la consola y me enfado 1
Tus hijas/os comienzan a pelearse entre ellas/os, ¿cómo actuarías?
Escucho atentamente las posturas y trato de conciliarlas sin posicionarme 4
Escucho atentamente las posturas y trato de conciliar, obligando a que el que tiene la culpa pida disculpas 3
Escucho qué ha pasado y los castigo por pelearse 2
Castigo inmediatamente a quien creo que tiene la culpa y consuelo al que no la tiene 1
Aunque sean unos minutos, ¿dedicas un ratito al día para ti y para hacer algo que te relaje y te guste?
Sí, trato siempre de tener unos minutos a solas para mí cada día 4
Sí, lo intento un par de veces por semana 3
Lo hago muy de vez en cuando 2
No, nunca 1
¿Te pones en el lugar de tus hijos diariamente?
Sí, siempre empatizo con ellos 4
La mayoría de las veces 3
Lo intento, pero no lo consigo 2
Pienso que son los hijos los que deben entender a sus padres 1
Tu hijo de 6 años quiere un caramelo pero tú no quieres comprarlo. Él acaba insultándote mientras explota emocionalmente, ¿qué haces?
Entiendo que quiere algo y no lo puede tener, por lo que necesita expresarse, es algo natural. Le acompaño emocionalmente desde el respeto, la empatía y la escucha 4
Entiendo que quiere algo y no lo puede tener, por lo que necesita expresarse, pero aún así le ignoro hasta que se le pase 3
No hago caso a sus emociones 2
Me enfado y le insulto yo 1
¿Piensas que debes conocerte mejor a ti misma/o y tus emociones para educar correctamente?
¡Claro! Y entiendo que es vital para poder ayudar a nuestros/as hijos/as a conocerse mejor durante su desarrollo emocional 4
Sí, pero no tengo tiempo para conocerme a mí misma 3
Es bueno conocerse, pero tampoco es necesario 2
Por supuesto que no, no tiene nada que ver 1
Compartes un rato diario de juego, extenso, con tus hijas/os:
Sí, varias veces al día 4
Sí, todas las veces que mi tiempo me lo permite 3
Durante el fin de semana que tenemos tiempo 2
Nos faltan horas al día para poder jugar con ellos 1
Cada vez que gritas a tus hijos…
Pido perdón, pero sobre todo uso el sentimiento de culpa para seguir avanzando y mejorando en cómo educo a mis hijas/os, no dejo que la culpa me manipule 4
Me siento mal y les pido perdón 3
Intento olvidarlo lo antes posible 2
Pienso en que es lo correcto y ya está 1
Ahora que tienes todas las puntuaciones, ya puedes sumarlas.
40 puntos: ¡Felicidades!, vas por el buen camino, has conseguido la puntuación máxima. Sigue así.
Entre 31 y 40 puntos: ¡Muy bien! Se nota que sigues mis consejos y llevas un tiempo poniendo en práctica la Educación Real®. No pierdas tu objetivo y continúa avanzando.
Entre 21 y 30 puntos: Hay cosas con las que no te sientes cómoda y, poco a poco, vas cambiando tus herramientas educativas. No decaigas y sigue avanzando. ¡Ánimo!
Entre 11 y 20 puntos: Comienza a haber un cambio en tu interior y empiezas a entender que la única forma de educar es con respeto, empatía y Acompañamiento Emocional; pero no sabes cómo llevarlo a la práctica y te falta aún trabajar para conseguirlo.
10 puntos: Necesitas abrir tu mente, probar poco a poco nuevas herramientas para cambiar y mejorar la relación con tus hijos/as. Todo mejorará y seréis más felices. ¡Puedes conseguirlo!
Espero que este test te haya servido no solo para comprender mejor ciertas situaciones y cómo actuar correctamente siendo respetuosos, empáticos y acompañando emocionalmente a tus hijas/os; sino también para aprender e interiorizar consejos de qué deberías hacer en cada circunstancia.
Por supuesto, llevarlo a la práctica día a día no es sencillo y necesita conocimientos y una comprensión profunda sobre tus emociones. Puedes lograrlo y yo puedo ayudarte a conseguirlo, como lo han logrado ya miles de familias a través del curso Stop ira, nervios y estrés a la hora de educar.
Las plazas están a punto de agotarse y ya no volverán a abrirse hasta el año que viene
Tienes una oportunidad MARAVILLOSA de transformar la relación con tus hijas/os.
¡Vas a conseguirlo!
Te he dejado toda la información, sin compromiso, aquí:
https://www.edurespeta.com/curso-stop-ira-especial-promocion/
Un abrazo,
Tania García